jueves, 24 de mayo de 2012

LA TRAMPA DEL ENTRETENIMIENTO

¿Entretener o divertir?, la pregunta es esa. No es lo mismo aunque las palabras se usen alegremente como sinónimos. Pero la diferencia viene a ser clave cuando hablamos de la diferencia entre dos mundos, el de la industria del entretenimiento y el del ejercicio independiente del arte escénico.
El interés desmesurado de las instituciones del estado ecuatoriano por empujar la producción artística hacia la “industria cultural”, obliga a examinar las diferentes facetas de la industria y la artesanía como plataformas desde las que se piensa, produce y difunde el arte. Una de estas facetas es la función de diversión o entretenimiento que el arte puede, o no, ejercer. Pero antes de seguir adelante es preciso entender cada uno de los términos, de tal manera que podamos adherirnos a uno u otro, según sea el caso. Entretener, formado por la preposición latina inter, que significa entre dos puntos, y tenere, dominar, sujetar. Divertir, en cambio viene de diver, que en latín significa diferente, hacer algo diferente. Si, son diferentes, y así han sido también las prácticas. La industria es entretenimiento, masivo, porque el mercado exige amplitud de consumidores, sólo que donde el empresario ve dinero el político ve votantes. Entretenimiento porque es para pasar el rato y para sujetar a alguien a algo. El entretenimiento es bobo, inofensivo ante el sistema, risas que se olvidan, que se necesitan para pasar el rato. La diversión propone otros puntos de vista, risa, disfrute, si, pero despertando otros intereses y preguntas.
La televisión entretiene, cuando no hay nada mejor que hacer. Una gigantesca producción mediocre se apodera de las mentes de los telespectadores y mata el tiempo. De igual manera se puede hacer esto con el teatro y de hecho hay muchos que lo hacen, matan tiempo. ¿No podemos ofrecer algo mejor?
En E.T.D.B. nos preguntamos, ¿entretener o divertir? Divertir y cambiar, dislocar, si. No caigamos en la trampa del entretenimiento, preguntémonos siempre si divertimos o entretenemos. ¿Para qué plegar a una “industria cultural” artificiosa y vacía, si tenemos nuestro oficio artesanal en donde las historias se tejen con el trabajo intenso de los ensayos? Juan Manuel Valencia. E.T.D.B.

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E.T.D.B.

El Teatro Del Barrio